quinta-feira, 2 de maio de 2013

Muros con historia


Muros con historiaLa cara más visible del edificio ha evolucionado a lo largo de la historia, dejándonos verdaderas joyas arquitectónicas


Las primeras manifestaciones de fachada se remontan a la prehistoria, siendo las cuevas los primeros modelos de arquitectura integrada a la naturaleza. Un magnífico ejemplo es la Necrópolis de los Algarbes de Tarifa, formada por una multitud de cuevas artificiales excavadas en la roca arenisca.
Muros con historia
Iglesia Gallarus Oratory (Irlanda), construida exclusivamente con piedra sin argamasa y , sin embargo, totalmente impermeable a la lluvia

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Los nómadas, aprovechaban el material de cada zona para construir sus cabañas, materiales que debía ser ligeros para que fueran fáciles de transportar. Se utilizaban ramas, madera y piedras. En las zonas más frías huesos de mamut, que se recubrían con pieles y tierra.

Proceso de construcción de una yurta, una tienda de campaña utilizada por los nómadas en las estepas de Asia Central



Muros con historia
La tienda estaba cubierta por varias capas de paja y lonas de lana.

El anillo era el agujero que se encontraba en la parte central superior de la tienda. Recibía la tensión de las vigas y al mismo tiempo permitía la salida de humo y la entrada de luz a su interior.

La puerta estaba delimitada por un marco de tablones sujetos con cuerdas, podía tratarse de una simple lona, y posteriormente por una madera con bisagras.

Las paredes se formaban con un entramado de maderas. Se encargaban de absorber todo el peso de las vigas sin necesidad de usar cuerdas tensoras.

Las vigas daban una forma redondeada al techo. Por la forma en que eran colocadas no requería de pilares de refuerzo en el centro de la vivienda, lo que otorgaba un mayor aprovechamiento del espacio interno.


A medida que la vida se vuelve más sedentaria, aparecen construcciones mejor fijadas al terreno. Un buen ejemplo son los palafitos, viviendas de madera levantadas sobre pilotes, clavados en el fondo de un lago o zona pantanosa.

Palafito en el Lago Inle, en una zona fronteriza con Tailandia y Laos

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Los palafitos se hacían con materiales vegetales: troncos para la estructura, trenzados de ramas para la fachada o bien en algunos casos cerramientos de tabla de madera y cubiertas vegetales. La fachada realizada con estos trenzados permite la circulación del aire dentro de la vivienda para mejorar un ambiente especialmente caluroso y húmedo.
Muros con historia

En España se han hallado restos de estas construcciones en Galicia, Gerona y Valencia.


Los griegos utilizaron gran variedad de materiales de construcción para realizar sus edificios, desde adobe y madera, hasta terracota y piedra (calizas duras, conglomerados y el mármol).

Para colocar cada piedra en su lugar se usaba una alzaprima con muescas superficiales o agujeros profundos en el sillar por donde se pasaba una barra o cuerda
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Para unir las piedras entre si se usaban grapas para uniones horizontales y clavijas para uniones verticales.

La manifestación más clara de la arquitectura griega es el templo. Sobre una base de piedra que estaba compuesta por sillares irregulares de forma más o menos cuadrangular (estereobato), se colocaba un elemento nivelador (eunciterio) seguido por una plataforma escalonada (crepidomos).


El templo de Hera, en Olimpia

Muros con historia
La arquitectura romana incorpora una buena parte de los principios constructivos griegos, los materiales utilizados son muy variados: piedra cortada en sillares regulares, hormigón, ladrillo, mampuesto, madera... Cuando el material era pobre se solía revestir con estucado, placas de mármol o con ornamentación de mosaicos o pintura, reduciendo la cantidad de piedra ornamental a emplear.

Los romanos utilizaban cemento hidráulico (arena puzolánica mezclada con cal), que al combinarse con agua permitía obtener una masa aglomerante, resistente e impermeable. De este modo se solventaban los problemas de control de filtraciones de aire, control acústico y estética exterior e interior.

Entre otros ejemplos romanos de utilización de hormigones, se pueden destacar el anfiteatro de Pompeya, que muestra anillos de hormigón en su perímetro; el Coliseo de Roma, que contiene hormigón en los cimientos, los muros interiores y la estructura; y el Panteón de Roma, donde se utilizó un hormigón aligerado para construir la cúpula.

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Antes de la popularización del vidrio, se empleaba como acristalamiento el lapis specularis; un tipo de roca traslúcida de yeso del tipo de la selenita.

La incapacidad para fabricar vidrios de grandes dimensiones se resolvió subdividiendo las hojas de ventana en cuadrados más pequeños, capaces de ser tapados con una única pieza de vidrio más pequeña. La costumbre actual de subdividir los paños de ventana en cuadrados más pequeños es una reminiscencia estética que ha perdurado desde entonces.

Muros con historia
El principal uso del lapis specularis en la Antigua Roma fue para la fabricación de ventanas acristaladas, acoplándose en armazones, principalmente de madera aunque también se fabricaron de cerámica, que permitían ensamblar varias planchas con el fin de cubrir la superficie en función del tamaño de la ventana. Incluso se llegaron a construir invernaderos a base de unir placas de lapis specularis.

La Edad Media hizo que el uso del cemento cayera en el olvido, haciendo que las maravillas de la arquitectura romana dejaran paso a las obras de arte de la arquitectura románica, gótica y del renacimiento. Sin este recurso, las fachadas de los edificios empezaron a depender principalmente de la calidad de la piedra y de su minucioso trabajo de elaboración. Primaba también el grosor de las fachadas, siendo ésta otra de las características que definían su calidad y durabilidad. El carácter de este material, símbolo de resistencia y estabilidad, fue durante siglos representativo de una forma de entender la construcción duradera. Se realizan construcciones de una ligereza y belleza excepcional, un ejemplo es el castillo de Ponferrada en León.

Muros con historia
También se utilizaba la mampostería, con piedra labrada en las esquinas, ventanas y puertas. Si la piedra era difícil de conseguir, se utilizaba el ladrillo cocido o la pizarra . El acabado final era de pintura y revoco, tanto para la piedra como para el mampuesto y los demás materiales, de tal forma que, una vez pintados los paramentos, no se podía distinguir si debajo había uno u otro material.

Los edificios se cubrían con un tejado que podía estar hecho de piedra, como en la catedral Vieja de Salamanca. De escamas vidriadas, como en el chapitel de la torre de la antigua catedral de Valladolid; o pizarra, sobre todo en lugares donde este material es abundante, principalmente en Galicia.


Torre del Gallo de la catedral Vieja de Salamanca

Muros con historia
El paso de los siglos hasta nuestros días supuso un lento pero constante abandono de la piedra como material de cerramiento y material estructural. El acero, y más tarde el hormigón armado, asumían el papel de soporte con lo que la libertad proyectual del arquitecto podía avanzar sin los impedimentos de los grandes muros, contrafuertes y diafragmas que definían las construcciones de siglos anteriores.
Este lento fallecer hizo que la piedra fuese olvidada por generaciones de arquitectos, hasta que con el aplacado aparecen nuevas propuestas para generalizar el empleo de la piedra con un procedimiento nuevo de aplicación basado en la reducción del material a una capa más del cerramiento como chapado a modo de piel.

La pared hueca

A finales del siglo XIX, se plantea que una fachada hueca presentaría mejores propiedades que una maciza. El ‘cavity wall’ o pared hueca implica una ruptura conceptual.

Muros con historia
La aparición de este cerramiento planteaba un nuevo problema que hasta entonces se había solucionado fácilmente: el movimiento de los materiales. Hasta ese momento una fachada de un único material no presentaba grandes puentes térmicos. La diferencia de temperaturas a las que pueden estar sometidos los materiales que se encuentran en una hoja exterior y los que se encuentran en una interior, e incluso el comportamiento de los propios materiales.

Así nace un nuevo concepto de fachada, con cámara ventilada. Con la fachada ventilada se permite que el aire interior se regenere, gracias a la evacuación del aire caliente por convección, aumentando así el control térmico y reduciendo la aparición de condensaciones



Diagrama de fachada ventilada, con aislamiento sobre hoja interior que evita cualquier condensación o filtración.
Muros con historia

Junto con la llegada de la arquitectura contemporánea se produce un cambio de paradigma en cuanto a que la fachada deja de ser un elemento pesado y estructural de un edificio, para transformarse en una envolvente, piel o membrana, capaz de proteger su interior, actuar como filtro del sol o el viento, mejorar las condiciones térmicas interiores, ser vegetal e incluso, ser móvil y tecnológica.

Hoy, la transformación de la arquitectura además de estar vinculada a un aspecto cultural, se relaciona intrínsecamente con el avance de la tecnología y nuevos materiales.

La piel es filtro, transparencia, protección, privacidad, movimiento, cortina, amortiguador y bienestar interior.

fonte: http://www.bemsite.com/index.php/main/articulo/n91

sexta-feira, 11 de janeiro de 2013

Optical GLass House by Hiroshi Nakamura & NAP


Hiroshi Nakamura & NAP have designed the Optical Glass House in Hiroshima, Japan.


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Project description
This house is sited among tall buildings in downtown Hiroshima, overlooking a street with many passing cars and trams. To obtain privacy and tranquility in these surroundings, we placed a garden and optical glass façade on the street side of the house. The garden is visible from all rooms, and the serene soundless scenery of the passing cars and trams imparts richness to life in the house. Sunlight from the east, refracting through the glass, creates beautiful light patterns. Rain striking the water-basin skylight manifests water patterns on the entrance floor. Filtered light through the garden trees flickers on the living room floor, and a super lightweight curtain of sputter-coated metal dances in the wind. Although located downtown in a city, the house enables residents to enjoy the changing light and city moods, as the day passes, and live in awareness of the changing seasons.

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Optical Glass Façade
A façade of some 6,000 pure-glass blocks (50mm x 235mm x 50mm) was employed. The pure-glass blocks, with their large mass-per-unit area, effectively shut out sound and enable the creation of an open, clearly articulated garden that admits the city scenery. To realize such a façade, glass casting was employed to produce glass of extremely high transparency from borosilicate, the raw material for optical glass. The casting process was exceedingly difficult, for it required both slow cooling to remove residual stress from within the glass, and high dimensional accuracy. Even then, however, the glass retained micro-level surface asperities, but we actively welcomed this effect, for it would produce unexpected optical illusions in the interior space.

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Waterfall
So large was the 8.6m x 8.6m façade, it could not stand independently if constructed by laying rows of glass blocks a mere 50mm deep. We therefore punctured the glass blocks with holes and strung them on 75 stainless steel bolts suspended from the beam above the façade. Such a structure would be vulnerable to lateral stress, however, so along with the glass blocks, we also strung on stainless steel flat bars (40mm x 4mm) at 10 centimeter intervals. The flat bar is seated within the 50mm-thick glass block to render it invisible, and thus a uniform 6mm sealing joint between the glass blocks was achieved. The result?—a transparent façade when seen from either the garden or the street. The façade appears like a waterfall flowing downward, scattering light and filling the air with freshness.

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Captions
The glass block façade weighs around 13 tons. The supporting beam, if constructed of concrete, would therefore be of massive size. Employing steel frame reinforced concrete, we pre-tensioned the steel beam and gave it an upward camber. Then, after giving it the load of the façade, we cast concrete around the beam and, in this way, minimized its size.



 




















fonte:
http://www.contemporist.com/2013/01/10/optical-glass-house-by-hiroshi-nakamura-nap/


segunda-feira, 10 de dezembro de 2012

Mudanças de uso para edificação centenária.

 Originally a church built in 1908 and converted to a library in the 1970s. From 2009 to 2011, owner Mario Kalpou worked with interior designers Hecker Guthrie to transform the library into its current incarnation as a restaurant in Cronulla, a suburb of Sydney, Australia.










Interior Design: Hecker Guthrie
Photography: Shannon McGrath

fonte:
http://www.contemporist.com/2012/12/04/the-old-library-by-hecker-guthrie/